La primera pregunta que muchos se hacen es: ¿en qué momento se debe sembrar? El primer aspecto a considerar es que al tomate no le gusta el frío, por lo que se debe sembrar en primavera, cuando las temperaturas son suaves. Esto significa que la siembra se llevará a cabo en mayo en las zonas del norte y en abril en las zonas del sur. Para continuar con la operación es necesario tener las plántulas que pueden ser fácilmente adquiridas en un simple vivero o, alternativamente, en una cooperativa de agricultores. Independientemente de la fuente, se debe elegir las plantas que tienen una altura de unos 20 cm y son sólidas, de color verde oscuro. Se deben evitar plantas que presenten una gradación de color rojizo, ya que este color indica que la planta está sufriendo y se manifiesta en particular cuando la planta ha sido sometida a temperaturas extremas.
Con respecto a las variantes, podemos destacar la existencia de tomates que crecen en cojinete (muchos prefieren esta variedad porque son más fáciles de cultivar) o en cordon (las plantas que alcanzan hasta 2 metros de altura). Independientemente de la variedad elegida, hay que comenzar con la preparación de la tierra alrededor de dos meses antes de la siembra,comenzando con la preparación de las cintas. La primera cosa a considerar es que se necesitaran varias cajas para cada tipo elegido de tomates y las semillas deben ser distribuidas en el suelo y despues ser cubiertas con una capa de tierra que mas tarde se debe presionar y humedecer cuidadosamente, antes de dejar que las semillas germinen . Poco a poco, mientras el crecimiento se lleva a cabo, ese veran que plantas son las mas fuertes.
La superficie de sembrado será seleccionada y tratada con especial cuidado. En primer lugar, hay que identificar el terreno adecuado (no debe haber sido demasiado explotado anteriormente), antes de proceder a la excavación del suelo y enterrar el estiércol. La siembra de las plántulas tendrá que hacerse sólo cuando esté seguro de que no hay ninguna congelacion, se realizara a traves de la colocacion de la plántula en el suelo, a pocos centímetros por debajo del nivel del suelo. Se debe dejar una sepracion entre una planta y otra de unos 40 centímetros y alrededor de un metro entre las filas (para que pueda trabajar tranquilamente la siembra).
Cultivar tomates: como cuidar la planta
En función de la calidad del tomate, se van a tomar unas medidas u otras. Si el tomate crece en forma de cordon,se requiere un soporte especial o un aparato ortopédico que tiene que ser colocado en al pie de la planta. Para permitir que esto suceda, por lo general se usa una varilla para llevar a cabo esta función, se pueden enlazar las planta a una caña usando una cuerda. Se necesita paciencia y no se deben apretar mucho las plantas.
También es importante la operacion de acolchado, referente a la cubierta de tierra que se encuentra al pie de la planta. Esta sencilla operación no sólo evita el nacimiento de malas hierbas, sino que también permite a los frutos no infectarse al contacto con el suelo. La ejecucion es muy simple, es suficiente con tener ortigas, paja o bolsas de plástico.
El relleno será necesario para todas aquellas plantas que tienen cuatro ramificaciones: de hecho, se debe cortar la parte superior de la planta con el fin de favorecer la fructificación horizontal!
Otra tarea muy importante, como siempre cuando se trata de jardinería, es el riego. Evidentemente, no es posible dar instrucciones generales, ya que el calendario y las modalidades son influenciadas por el clima. Tan pronto como los tomates están maduros se separan de la planta suavemente, girando la fruta. Si son en rama se tendrá que cortar el racimo entero con la ayuda de unas tijeras. El ramo se puede almacenar en un lugar fresco y seco.
Cultivar tomates: imprevistos, enfermedades
Te han parecido sencillos los pasos que debes de seguir a la hora de cultivar? Ten cuidado, porque por desgracia pueden ocurrir una serie de imprevistos. Entre las enfermedades que afectan a los tomates podemos mencionar el moho. Es un hongo causado por la lluvia o la humedad. Para prevenirlo o curarlo, se puede recurrir al uso de verdín o las ortigas maceradas. Estas últimas, debido a que son de origen natural y sencillas de implementar,son cada vez más populares. ¿Quieres probarlas? Nada podría ser más simple! Coge 200 gramos de ortiga seca y sumergela en 10 litros de agua; durante 3 días seguidos, despues mojar el terreno utilizando este compuesto. Los resultados están garantizados si se utiliza la mezcla en una etapa temprana, alejándose así desde el principio de los peligros relacionados con este y otros hongos. Por desgracia, los tomates también están amenazados por otro problema: la podredumbre del extremo de la flor! Se trata de un ennegrecimiento de la parte inferior de la fruta que significa que poco a poco comienza a pudrirse. Este problema tiene lugar debido a desequilibrios de agua, por lo general causados por riego muy frecuente o muy escaso, que va acompañado por una falta de calcio. Para superar este problema es necesario seguir un plan adecuado para el riego y en su caso para proceder con los "suplementos" basados en calcio. Ellos están en numerosos tratamientos a base de calcio que estan disponibles en el marcado y que se aplican directamente sobre las hojas a traves de en un aerosol a base de calcio. Muchas plantas de tomates presentan excelentes resultados garantizados por el uso de estos productos.
En este punto, sólo hay que probar los tomates que se han cultivado con amor, ya sea en ensalada, salsa de tomates San Marzano o cherry, clásico, italiano o de importación. Os esperamos en nuestra proxima entrada en el blog.
fuente: http://vivicool.it