El zumo de tomate, tal como los estrógenos
El secreto del zumo de tomate está en el ácido gamma-amminobutirico, que actúa como la hormona estrógeno. Y el licopeno, un antioxidante, (presente también en la sandía y en el pomelo) que ayuda a la condición física y psíquica de la mujer en la menopausia. El equilibrio natural con la caída de los estrógenos es por tanto un salvavidas. Los estrógenos juegan un papel importante en la vasodilatación, impidiendo concentraciones excesivas de colesterol. Sobre esto ha tratado la investigación. Las mujeres que han bebido zumo de tomate han disfrutado de los beneficios equivalentes a los aportados por las hormonas. Gracias a las propiedades del oro rojo, han quemado más calorías en reposo y la concentración de grasas en la sangre disminuye. Este aporte portentoso de tomate, junto con algunos otros consejos como: realizar actividad física (se puede caminara también a paso ligero, siempre y cuando se haga todos los días), comer menos y bien, favoreciendo los platos a base de verduras, son aliados para combatir el malestar causado por la menopausia. También la respiración y la relajación son excelentes aliados en la menopausia.
Otra magia del tomate
Más allá de las ventajas en la menopausia, el tomate es siempre una panacea. Además del licopeno, contiene vitamina C, necesaria para rejuvenecer el sistema inmunitario y el beta caroteno, óptimo para los ojos. También si se come fresco y sin sal, es un potente diurético. Gracias a la cantidad de agua ayuda a limpiar el organismo. Y también es un digestivo, porque es rico en fibra. Por tanto, el consejo es empezar a consumir tomate ahora, gracias al buen tiempo.
Fuente: http://www.consumatrici.it