Zumo adelgazante y antiedad.
El zumo de tomate para beber, está muy popularizado en Norteamérica, en Escandinavia y en general en los paises anglosajones, está curiosamente todavía poco popularizado en Italia, asociado solo al momento del aperitivo. En realidad es un verdadero concentrado de carotenoides, selenio, fosforo, zinc, así como ácidos orgánicos.
Para el que está a dieta: un vaso dos veces al día como aperitivo favorece la diuresis, desintoxica y mantiene una alta actividad metabólica.
Para el que tiene la piel irritable: un vaso al día de zumo de tomate es aconsejable, también si se tiene la piel sensible, deshidratada o con tendencia a la rosácea. De hecho tiene una acción hidratante y refuerza las defensas naturales.
Para combatir el síndrome premenstrual: también en este caso se aconseja beber 1-2 vasos en la semana anterior a la aparición del flujo. Selenio, betacarotenos, potasio y ácidos orgánicos del zumo de tomate mejoran la acción de las endorfinas, sustancias autoproducidas por el cuerpo para contrarrestar el dolor.
Tratamientos cosméticos.
Aquí tres usos "alternativos" del tomate como cosmetico "hecho en casa" para cuidar la piel y el cabello.
El baño con tomate refuerza los capilares y tonifica.
Hacer hervir un kilo de tomate en dos litros de agua durante 10 minutos, pasandolo por el pasapurés y conservando el agua de cocción, rica en potasio y en ácidos orgánicos. Sumergirse en una bañera de agua templada y a la que se ha añadido el agua de cocción. Con una esponja masagear la piel con el tomate cocido y pasado por el pasapurés, como si fuese un baño de espuma. Permanecer sumergido durante 10-15 minutos y después aclarar con agua fría.
La mascarilla facial, nutre e hidrata la piel de la cara en profundidad.
Mezclar un tomate maduro con dos cucharadas de aceite de jojoba. Extender la mezcla obtenida sobre la cara, evitando el contorno de los ojos. Mantener durante 5 minutos y después enjuagar con agua tibia.
La mascarilla para el cabello fortalece y purifica.
Batir un tomate maduro (200 g para una cabellera media) y añadir una cucharada de bicarbonato sódico. Aplicar sobre el cabello antes del lavado y dejar actuar durante 5 minutos, envolviendo la cabeza con una gasa. Lavar con champú y enjuagar. El ácido cítrico y el ácido málico contenido en el tomate, en sinergia con la celulosa de la piel dan a tu cabello brillo, ligereza y facilidad para el peinado.