Cubrir el recipiente y dejar reposar durante aproximadamente una hora. Sucesivamente espolvorear un poco de harina sobre la superficie de trabajo y empezar a amasar con las manos, amasándola durante unos minutos doblándola sobre sí misma. Después de amasarla dejar reposar durante 30 minutos. Transcurrido este tiempo, coger la masa y dividirla en diversas porciones, tantas como baguette queramos: la clásica con forma cónica y alargada (la baguette clásica debe ser de aproximadamente 70 cm de largo, 5 cm de ancho y 4 cm más o menos de alto) y dejar reposar otra media hora.
Mientras tanto encender el horno y precalentar a 230º.
Organizar las baguette sobre la placa de horno que previamente se debe espolvorear con harina. Marcar la superficie de las baguette con un pequeño corte transversal y después untarlas con las propias manos con un poco de aceite.
A continuación, iniciar la cocción. Después de los primeros 15 minutos, bajar la temperatura a 210 ºC y proseguir durante otros 20 minutos hasta que la superficie resulte dorada. Apagar el horno y dejar enfriar a temperatura ambiente.
Cortar los tomates en rodajas y añadirle una pizca de sal, pimienta negra y la albahaca cortada en juliana. Cortar la baguette en rebanadas, después de haber dejado reposar al menos 12 horas y tostarlas con el fin de que adquieran un poco de color pero sin llegar a quemar. Decorar las rebanadas con gotas de aceite de avellana utilizando las yemas de los dedos. Añadir los dos tomates y la albahaca fresca cortada en juliana.
Fuente: http://www.cno-webtv.it/cera-una-volta-pane-e-pomodoro/