De las aulas universitarias a la producción en campo. El proyecto del tomate “SuperBio” después de haber sido desarrollado por investigadores del departamento de Ciencias Agrarias, Alimentarias y Agro-ambientales de la Universidad de Pisa, llega ahora a los campos de cultivo con un vivero de 10.000 plantas para el 2015.
Los tomates “SuperBio” serán aún más saludables, porque son más ricos en licopeno, calcio, potasio, fósforo y zinc y cuentan con un mayor poder anti-estrogénicio. El departamento de la Universidad de la Toscana ha firmado un acuerdo con la empresa Hortofrutícola de San Giuliano Terme en la provincia de Pisa: la producción parte este año con 10.000 ejemplares que en el 2016 se convertirán en 70.000.
El estudio multidisciplinar de la Universidad de Pisa, coordinado por la profesora Manuela Giovannetti, se ha llevado a cabo por la facultad de Agricultura, Medicina y Biología y ha sido publicado en la revista científica internacional “British Journal of Nutrition”.
«Esta investigación –ha explicado Giovannetti, que dirige el Centro Interdepartamental de Investigación Nutrafood-Nutracéutica y Alimentación para la Salud de la Universidad de Pisa- ha demostrado que los métodos de cultivo, pueden afectar el valor que tienen para la salud, los productos alimenticios. De hecho, el contenido en fotoquímicos, moléculas producidas por las plantas que tienen importantes propiedades de protección y prevención contra diversos tipos de enfermedades humanas, puede aumentar si la planta crece junto a microorganismos beneficiosos que establecen con ellos un particular tipo de simbiosis llamada “micorriza”». El estudio ha demostrado que los frutos producidos por las plantas “micorrizadas” contienen concentraciones más elevadas de licopeno (+ 18,5%), calcio (+15%), potasio (+11%), fósforo (+60%) y zinc (+28%) respecto a los tomates producidos tradicionalmente.
«Los tomates producidos a partir de plantas cultivadas biológicamente y con sus microorganismos simbióticos –ha concluido Manuela Giovannetti- además muestran un mayor poder anti-estrogénico, y representan un ejemplo de producción ecológica y sostenible de los alimentos, capaz de reducir el uso de fertilizantes químicos y pesticidas, obteniendo alimentos de alta calidad y con un alto valor nutracéutico, un tema de gran interés social, fuertemente demandado por consumidores y productores».
Fuente: http://www.ilfattoquotidiano.it